Nos saca de más de un apuro cotidiano, por ejemplo, en el ascensor junto a un vecino al que hemos visto solo un par de veces. El tiempo, ese comodín casi inevitable. ¿Por qué nos gusta tanto hablar del tiempo todo el tiempo? Hoy nosotros también vamos a hablar del tiempo, o mejor dicho vamos a hablar de dos viejos conocidos. El Niño y La Niña dos fenómenos naturales en los que la temperatura en parte del océano Pacífico cambia y se producen alteraciones en la atmósfera. Esos cambios y alteraciones afectan al clima de varias partes del mundo y a la temperatura media mundial. Ahora la ONU confirma que 'La Niña' ha comenzado. Hoy nos preguntamos ¿qué es La Niña, y que lo diferencia de El Niño, y ¿Qué papel juegan estos fenómenos en el contexto más amplio del cambio climático? La reciente confirmación de la ONU sobre el inicio del fenómeno climático de La Niña ha generado un renovado debate en el ámbito de la meteorología. Para entender mejor este fenómeno y sus implicaciones, hablamos con José Ángel Núñez, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según Núñez, "El Niño y La Niña son fenómenos climáticos opuestos que han sido estudiados durante años". El Niño se caracteriza por un calentamiento anómalo de las aguas del Pacífico ecuatorial, mientras que La Niña se define por un enfriamiento de las mismas aguas. Estos eventos tienen ciclos recurrentes de entre 3 a 7 años y pueden influir significativamente en el clima global. Desde la primavera de 2023, hemos estado en una fase de El Niño, con un calentamiento de las aguas del Pacífico. Sin embargo, los modelos numéricos estacionales indican que este verano entraremos en una fase neutra y, hacia el otoño, en una fase de enfriamiento conocida como La Niña. Aunque La Niña tiene un impacto global, en Europa y, específicamente, en España, estos efectos son menos perceptibles. Núñez explica: "Los impactos de El Niño y La Niña son globales, pero aquí en Europa están muy atenuados". En España, por ejemplo, aunque el año 2022 fue un año de La Niña, se registraron temperaturas récord, siendo uno de los años más cálidos en la historia. Sin embargo, en otras partes del mundo, los efectos son más pronunciados. En Centroamérica, por ejemplo, La Niña puede traer climas más frescos y húmedos, mientras que en el sudeste asiático puede provocar lluvias intensas y fenómenos como huracanes. En Norteamérica, La Niña se asocia con ambientes cálidos y secos, y en África, también se observan variaciones significativas. La confirmación del inicio de La Niña se realiza mediante modelos numéricos y una red de boyas que monitorean las temperaturas del agua y del aire en el Pacífico ecuatorial. Estas boyas permiten verificar en tiempo real cómo evolucionan las temperaturas y predecir los impactos futuros con mayor precisión. Aunque La Niña implica un enfriamiento global, Núñez enfatiza que esto no contrarresta el calentamiento global inducido por las actividades humanas. "El calentamiento global provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero es mucho más potente", señala. Aunque La Niña puede atenuar temporalmente el calentamiento, los años siguen siendo cálidos debido al calentamiento de fondo provocado por las emisiones humanas. A pesar de la llegada de La Niña, España ha experimentado un inicio de año extremadamente cálido. Según Núñez, "no hay precedentes de un año tan cálido como este 2024". A pesar de algunas semanas más frescas recientemente, el balance general es de temperaturas inusualmente altas. En cuanto al verano de 2024, las predicciones estacionales son menos fiables en latitudes medias como España. Sin embargo, la tendencia más probable es la continuación de veranos muy cálidos, similares a los dos anteriores. Núñez explica: "La temperatura media en España ha aumentado 1,5 grados en los últimos 60 años, y en verano, el aumento ha sido de 1,9 grados. Esto significa que los fenómenos extremos relacionados con el calor serán cada vez más frecuentes". El inicio de La Niña confirmado por la ONU destaca la complejidad de los fenómenos climáticos globales y su interacción con el calentamiento global. Aunque en España los efectos directos de La Niña son menos perceptibles, el calentamiento global sigue siendo una preocupación primordial. La vigilancia continua y las previsiones numéricas seguirán siendo cruciales para entender y mitigar los impactos climáticos futuros. See
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