El sutil arte de que no te importarte un carajo Los puntos importantes (31 al 45) Mándame un correo a gregory@adiosadiccion.com   No te preguntes qué quieres de la vida. Es fácil desear el éxito, la fama, la felicidad y un buen sexo. Todo el mundo quiere esas cosas. Una pregunta mucho más interesante que debe hacerse es: "¿Qué tipo de dolor quiero?" Por lo que estás dispuesto a luchar es mas determinante de cómo resultan nuestras vidas. No puedes simplemente estar enamorado del resultado. A todo el mundo le encanta el resultado. Tienes que amar el proceso. El ascenso a la cima es una espiral ascendente sin fin y con nuevos problemas siempre aflorando y nuevos procesos de los que debes enamorarte. Nunca se le permite dejar de escalar porque el objetivo es amar la escalada. Si alguna vez dejas de amar la escalada, los resultados nunca llegarán. La autoestima, por sí sola, está sobrevalorada. No ayuda sentirse bien consigo mismo a menos que tengas una buena razón para sentirte así. La lucha hace útil la autoestima, no el trofeo de participación. Tus problemas no son privilegiados por su gravedad o dolor. No eres el único en tu sufrimiento. Cuanto más expuestos estamos a los puntos de vista opuestos, más parece que nos molesta que existan esos otros puntos de vista. Esto me parece una tendencia lógica porque antes de Internet y nuestro mundo moderno hiperconectado, las personas no tenían tantas probabilidades de encontrarse con ideas que no coincidieran con las suyas. Hoy en día, es mucho más probable que las ideas alternativas crucen por tu radar. La mayoría de nosotros somos bastante normales en la mayoría de las cosas que hacemos. Incluso si eres excepcional en una cosa, lo más probable es que estés en el promedio o por debajo del promedio en la mayoría de las otras cosas. Nuestras vidas hoy están llenas de información de los extremos de la curva de campana de la experiencia humana. Lo mejor de lo mejor, lo peor de lo peor y lo más perturbador de lo perturbador. Solo vemos las noticias más excepcionales porque eso es lo que genera ingresos. Este es un problema real cuando se trata de comparar porque solo puedes ser excepcional en una cosa y estarás por debajo del promedio en casi todo lo demás. Eso hace que la comparación sea un juego muy peligroso. El problema es que la omnipresencia de la tecnología y el marketing masivo está arruinando las expectativas de muchas personas sobre sí mismas. Una de las narrativas más penetrantes sobre la masculinidad en nuestra cultura es que lo más valioso que un hombre puede alcanzar es el sexo y vale la pena sacrificar casi cualquier cosa para conseguirlo. (Curiosamente, esto corresponde a una de las narrativas femeninas dominantes, que es que lo más grande que una mujer puede ser es hermosa). Las personas que son excepcionales se vuelven así al pensar que son promedio y se enfocan en mejorar. No te vuelves excepcional al creer que eres excepcional. Cuanto más incómoda sea la respuesta, más probable será que sea verdad. Los problemas son inevitables, pero lo que significan es flexible. Podemos controlar lo que nuestros problemas significan para nosotros en función de cómo elegimos pensar sobre ellos y cómo elegimos medirlos. La forma en que medimos el éxito influye en cómo vemos los problemas que enfrentamos. “El placer es un dios falso. Las investigaciones muestran que las personas que concentran su energía en placeres superficiales terminan más ansiosas, más inestables emocionalmente y más deprimidas. El placer es la forma más superficial de satisfacción en la vida y, por tanto, la más fácil de obtener y la más fácil de perder”. Las personas que basan su autoestima en tener razón en todo se impiden aprender de sus errores.