Mes de julio, pleno verano y temperaturas que alcanzan los 40 grados. Se trata, sin duda, del marco ideal para disfrutar de una alimentación fresca y ligera que contrarreste el calor al que nos sometemos durante esta época del año. Por ello, las estanterías de los supermercados se llenan de productos con los que complacer las necesidades de los clientes. Uno de los más solicitados es el famoso salmorejo cordobés y, cada vez, son más las empresas que se lanzan a comercializarlo de forma embotellada.

El salmorejo es una crema fría muy accesible y con gran presencia en los hogares españoles. Su receta se elabora con cuatro ingredientes básicos de la dieta mediterránea: tomate, pan, aceite de oliva virgen extra y sal. El resultado obtenido es muy similar al gazpacho, pero con una textura mucho más espesa.

Cabe destacar que en la cocina española, en varias regiones del país, la palabra salmorejo también hace alusión a otro tipo de preparación que se utiliza para acompañar guisos de caza menor, como es el caso del conejo. Su composición y preparación es totalmente diferente a pesar de tener el mismo nombre.

De hecho, la Real Academia de Gastronomía incide en que la receta tiene su origen en la palabra ‘aliño’ y que inicialmente se trataba de una salsa compuesta por agua, vinagre, sal y aceite que se usaba, como hemos mencionado, para aderezar el conejo. Las primeras referencias a la palabra ‘salmorejo’ datan del siglo XVII, momento en el que se trataba de una sopa que conectaba el viejo y el nuevo mundo. Y en contra de lo que todo el mundo cree, en origen, el salmorejo no llevaba tomate. Fue tras el descubrimiento de América cuando se empezó a incorporar.

Pero el salmorejo al que nos referimos se remonta a un periodo que va desde el siglo XIX hasta comienzos del XX y sus orígenes corresponden a los de un plato humilde con una fuerte vinculación con el entorno rural. Era un producto altamente consumido por labradores, aceituneros y segadores que se creó propiciado por la necesidad y el hambre. Poco a poco, el salmorejo fue teniendo un gran éxito más allá de las fronteras de Córdoba y Andalucía, y su tradición se extendió por el resto de España, donde hay contabilizados más de diez tipos de salmorejos.

Ante el éxito de este plato, y la proliferación de envasados que llegan a los supermercados, la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, ha realizado un estudio, analizando 29 marcas de salmorejos refrigerados para determinar cuál es la mejor. El proyecto ha revelado además que no es necesario gastar más de dos euros para disfrutar de una buena elaboración.


Así pues, el producto que mejor valoración ha obtenido (81/100) es el Salmorejo Auchan de Alcampo. Por un precio de 1,68 euros, destaca por su valor nutricional y sus aditivos, aunque también goza de una buena degustación y etiquetado. Por este motivo, es calificado por OCU como la ‘Compra Maestra’. En segundo lugar, se sitúa Caña Nature Salmorejo Fresco, con una puntuación de 80 sobre 100. Tiene, además, las mismas valoraciones que el anterior. No obstante, en este caso, el precio de este producto se eleva hasta los 4,10 euros.

Y con la misma puntuación se encuentra Majao Salmorejo Fresco Suave-Vegano, a un precio de referencia de 3,63 euros. Aunque obtiene las mejores puntuaciones en cuanto a valor nutricional, aditivos y degustación, el etiquetado ha obtenido una valoración muy escasa. Finalmente, a estos les siguen en la clasificación el Salmorejo Fresco Alipende, de Ahorramás; el Salmorejo Alipende, también de Ahorramás, Salmorejo Al Punto, de Día, Salmorejo Raf Santa Teresa, Salmorejo Carrefour Extra con Hortalizas frescas, Salmorejo La cocina de Aldi y Salmorejo Fresco Hacendado de Mercadona.

El estudio ha concluido que la mayoría de los salmorejos contienen extra de vinagre para asegurar una mejor conservación y para potenciar el sabor. Otros incluyen pimiento rojo, también para intensificar el sabor pero también su color. Además, es habitual que la miga de pan de la receta casera sea sustituida por pan rallado para conseguir ligar mejor el producto. Otro ingrediente añadido suele ser el agua, especialmente en algunos productos envasados en brick y que puede delatar el uso de tomates poco maduros.

La OCU recomienda, en cualquier caso, incluir el salmorejo en nuestra dieta. El salmorejo es una gran fuente natural de vitaminas y minerales con una alta densidad nutricional y un limitado aporte calórico. Además, el organismo recuerda que el salmorejo envasado tiene menos calorías que el casero, debido a que incorpora menos pan y menos cantidad de aceite de oliva. Sin embargo, este tiene menos fibra. A diferencia de la receta tradicional, las hortalizas suelen estar peladas y la crema resultante tiene que pasar una serie de tamices.

El sector de los zumos y gazpachos cerró el año 2021 con una facturación que superó los 2.000 millones de euros. Según la Asociación de Zumos, Gazpachos y Salmorejos de España, se generaron más de 6.000 empleos directos y 15.000 indirectos a lo largo del año pasado. En el caso del gazpacho, se trata de un producto al alza que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, tanto a nivel nacional, como internacional, con gran impacto en países como Francia, Reino Unido, Bélgica y Alemania.