Un escándalo arbitral ha sacudido los cimientos del FC Barcelona. El temblor empieza con una cifra: 1,4 millones de euros. La Fiscalía de la Ciudad Condal investiga unos pagos cercanos a esa cantidad que el equipo azulgrana habría hecho a la empresa DANSIL 95. Su propietario es José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. La historia, que tiene varias aristas, éticas y estéticas, no queda aquí. El antiguo árbitro Andújar Oliver, ha revelado algunos secretos que ponen en la picota al hijo de Negreira. Según este colegiado, con una experiencia de más de veinte años y 168 partidos de Primera División a sus espaldas, Javier Enríquez parecía tener una función muy clara. Además de ser asesor de algunos árbitros, también ejercía de sombra pronunciada de aquellos que eran designados para dirigir. Según cuenta Juan Andújar, el hijo de Enríquez Negreira llamaba a los árbitros en los partidos importantes del Barça en el Camp Nou, iba a recogerlos al hotel y los llevaba al campo. En las últimas horas, el hilo de esta madeja se complica cada vez más. Lo analizamos con Jorge Calabrés, Jefe de Deportes de El Español y Jesús Bengoechea, fundador y editor del portal madridista La Galerna.