24 GEN 2025 · El 22 de noviembre de 1963, la historia de Estados Unidos dio un gran vuelco. El asesinato de John F. Kennedy durante su visita a Dallas provocó una gran conmoción en la sociedad, dando lugar a numerosas teorías de la conspiración que llegan hasta nuestros días.Artículos periodísticos, cientos de libros de autores de todo el mundo y películas de destacados cineastas, desde David Miller a Oliver Stone, han tratado de conocer la verdad sobre la muerte del trigésimo quinto presidente de Estados Unidos. 62 años después, el misterio podría llegar a su fin. Donald Trump ha ordenado sacar del cajón los secretos que rodean a uno de los magnicidios que marcaron el rumbo del siglo XX. ¿Por qué ahora y no durante su primer mandato? El sobrino del presidente, Robert F. Kennedy Junior, reconocido antivacunas, ya es el secretario de Salud de la Administración Trump. Además, también se desclasificarán documentos relativos a la muerte del senador Robert F. Kennedy y Martin Luther King.
En el capítulo de hoy conversamos con Ángel Montero Lama, autor de JFK, 50 años de mentiras y del reciente Todos los hombres del presidente: los otros cadáveres del magnicidio de JFK. Montero sostiene que cualquier evidencia crucial que pudiera comprometer a los responsables ya habría desaparecido de los archivos. “La política de desclasificación estadounidense sigue un patrón repetitivo: a cambio de no revelar la verdad completa, suelen ceder datos secundarios”, explica. En ese sentido, piensa que es probable que próximamente salgan a la luz "más detalles sobre Lee Harvey Oswald y su papel en la historia".
En el verano de 1987 llegó a sus manos un ejemplar de ¿Quién mató a Kennedy?, del periodista Thomas Buchanan. Desde entonces, Ángel Montero emprendió una búsqueda incansable por conocer la verdad sobre el magnicidio. Entre las diferentes teorías ya conocidas le da valor a la que dice que, dado el contexto geopolítico, “todo lo que estaba previsto para eliminar a Fidel Castro se terminó usando para eliminar a Kennedy”. Además, “a estas alturas, ya es demasiado tarde para decir la verdad y que te crean”, concluye.