31 LUG 2020 · La crisis que vivimos todos con esta pandemia confirmó con evidencias la fragilidad de nuestro cuerpo al no tener un sistema de defensa listo ante el ataque de cualquier agente patógeno desvistiendo una realidad que pocos nos atrevemos a ver en el espejo, 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐫𝐢𝐬𝐢𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐧𝐮𝐝ó 𝐞𝐥 𝐪𝐮𝐞𝐦𝐞𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞 𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐜𝐮𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨; además, heredamos a nuestros hijos ese comportamiento de apatía por cuidar nuestra salud y por último, no nos hacemos cargos de este desinterés e indilgamos esa responsabilidad a terceros.
Si, terceros como Dios, tu sistema inmune, la persona con COVID asintomática que salió y que no debió salir de su casa o tu médico porque no hicieron efectos los medicamentos rápidos; pues no, ninguno de ellos, aquí el único responsable de tener un cuerpo sano y sin enfermarte eres tú.
–pero doctor ¿qué culpa tengo de que se me acerque alguien infectado sin que yo lo sepa y me contagie?-
De que tú desgates tu salud y tu sistema inmune diariamente con un estilo de vida según tú “saludable para ti” pero inapropiado para tu cuerpo, suministrándole toxinas, frituras, alimentos inflamatorios, combinadas con sedentarismo, malas noches innecesarias, “infecciones mal curadas” que ya hablaremos que no son “mal curadas”, sino que abandonan su tratamiento, quedándose dentro de tí miles de toxinas que se producen al pasar por un proceso infeccioso.
Con todo este ataque, el cuerpo no tiene espacio ni para repararse, ni para defenderse de nada, quedando expuesto no solo al virus sino al desarrollo de más enfermedades.
Nadie puede reponer tu salud de un día para el otro lo que tu juiciosamente llevas años destruyendo, por esa razón solo tú eres es el responsable de mantenerte sano y con vida.
Es momento de aprovechar esta desnudez, de vernos al espejo identificar nuestros malos hábitos y empezar a cambiar eso, para tener un cuerpo sano, listo para defenderse de cualquier enfermedad.
¡Nos vemos pronto!