18 GIU 2022 · Antes hablamos de la necesidad de crear una cultura ética empresarial. Para ello, es imprescindible formar en materia de compliance a todos los miembros de la organización, desde empleados de cualquier departamento hasta los altos directivos.
Para ello, se debe desarrollar programas de formación e iniciativas que fomenten la concienciación de los miembros de la empresa sobre la necesidad de tener un comportamiento responsable y adaptado a la legalidad vigente.
El objetivo de esta formación es que los programas de compliance sean comprendidos por todos los miembros de la empresa, que los pongan en práctica, y que no solamente se los aprendan de memoria, sino que también esta cultura ética y de integridad se refleje en sus comunidades.
La comunicación debe ser clara, continua y dirigida a los distintos niveles de la empresa. Todos deben ser capacitados en el código ético. Y aquellas áreas que por la naturaleza de sus funciones así lo requieren, deben recibir una capacitación adicional, con mayor frecuencia y detalle, a fin de garantizar el buen desempeño de sus funciones.
Igualmente se deben dedicar algunas acciones a sensibilizar y formar a los socios comerciales y proveedores. Ya que la integridad empresarial también se vive hacia el exterior, en las relaciones comerciales.
Aprender de las opiniones y reacciones de los colaboradores. Todos los miembros de la empresa deben tener la confianza y seguridad de acercarse con la persona designada y plantear sus preguntas o comentarios sobre situaciones reales que se presentan derivadas de sus actividades, los cuales pueden ser incorporadas como una mejora o actualización de los programas de compliance.
El compliance es un programa vivo, que va más allá de la prohibición de determinadas acciones.
Cada empresa debe identificar las técnicas que mejor le aplican, que pueden ir desde enfoques interactivos, hasta medidas tan simples como colgar en la oficina breves comunicaciones sobre el tema cumplimiento. De igual forma pueden utilizar aplicaciones tecnológicas que permitan una capacitación efectiva y simple.
Para definir la más adecuada es importante tener en cuenta:
1) que llegue a todas las partes interesadas, y
2) cuál es el contenido de dicha comunicación; qué se quiere comunicar, qué se quiere transmitir.
Dentro de las acciones de difusión externa, la empresa puede optar por publicar en su portal de internet su código de ética vigente; así como incluir en todos sus contratos una cláusula de conocimiento y compromiso con los programas de cumplimiento.
Es fundamental asegurarse de que cada área o departamento tiene una copia impresa del código de ética, y de los programas implementados. También, todos los miembros de la empresa deben recibirlo, ya sea de forma electrónica o impresa.
Para el éxito de cualquier programa es necesario que la dirección sea líder, comunique y provea los recursos necesarios. Utilice cualquier foro para transmitir el enfoque y compromiso ético de la empresa. Predicar con el ejemplo. El comportamiento de los altos directivos es uno de los factores que más influye en los colaboradores en el momento de orientar su toma de decisiones, ya que generalmente imitan el comportamiento y las acciones de sus superiores, por considerarlos la mejor o más segura línea de conducta.
Al final de la sensibilización todos los miembros de la empresa deben conocer y tener claro el por qué se tiene y la forma en que debe ser utilizado, el programa de cumplimiento ético y normativo. Especialmente las sanciones deben quedar claras.
La comunicación asertiva y la capacitación son las formas más efectivas para que el personal se familiarice con las políticas, procesos y procedimientos, así como la cultura misma de la empresa.