Nuestras acciones suman, por bien y por mal.

Usted, puede influir en su salud y el medio ambiente según la responsabilidad que quiera y pueda asumir.

Su organismo en plan acumulativo ‘recuerda’ a cada pequeña o grande acción que le somete, sea negativo o positivo. Y pasando unos años le agradecerá con el estado relativo que lo llama salud o el contrario.

Podemos imaginar nuestro mundo como un gran organismo que igualmente suma las acciones que experimenta, sean positivas o negativas y reaccionará con las consecuencias correspondientes tal como lo hace el organismo humano.
Desde nuestro punto de vista, sería un criterio poder seguir viviendo en el planeta en condiciones más o menos tolerables. ¡¿A que sí?! Un personaje una vez ha dicho: al mundo o a la naturaleza le da igual si nosotros humanos sobrevivimos en la tierra o no. Triste (para nosotros) pero razonable. Ahora estoy seguro que entiende el vínculo y la analogía entre nuestras acciones por la salud y por el medio ambiente y el impacto positivo o negativo que podemos generar en ambos.
Usted decide sobre el nivel que contribuya a su bienestar y el nivel de responsabilidad que asuma para conseguir a conservar un sitio habitable para todos seres que viven en el planeta.

Un comienzo puede ser, por ejemplo: empezar a comer más vegetales aplicando los criterios de sostenibilidad a la hora de hacer la compra y la preparación.

Es buen acto dar importancia al evitar el desperdicio alimentario a través de sus acciones mientras no deja de comer lo más saludable posible.