Medalla de plata mundial a los 16 años, venciendo a la en ese entonces vigente campeona del mundo.

Medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en el día de su cumpleaños. Con el gimnasio coreando el feliz cumpleaños antes de subir al podium.

Olímpica en Atenas 2004 y diploma olímpico en Beijing 2008 apenas unos meses después de haber dado a luz.

Entrenadora nacional de Argentina por un periodo de poco más de un ciclo olímpico, trabajo que combinó con el trabajo de ser madre de tres hijos.

Les traigo una nueva entrevista con una persona que trae la lucha en la sangre. Dento y fuera del área de combate.

La profesora Vanina Sánchez Berón.

Los hermanitos que se matan
La profesora Vanina Sánchez Berón comenzó a entrenar taekwondo temprano.

Cuando era una actividad que no se estilaba en los niños. Junto con sus hermanos, veía las películas de Chuck Norris y de Bruce Lee, y en las pausas comerciales trataban de imitar lo que ver.

Le fascinaba la estética del arte marcial y en especial del taekwondo. Las patadas, la técnica.

Cuando comenzó competía en poomsae y combate. Aunque tiene el carácter de una competidora de combate, nos compartió en la entrevista que también ganó sus competencias de poomsae.

Cuando comenzó a practicar taekwondo le tocaba muchas veces hacer combate con su hermano, y las madres de otros compañeros los conocían como “los hermanitos que se matan” por la intensidad que mostraban en el combate.

Equipo Nacional de Argentina y Campeona de los Juegos Panamericanos
Muy joven la maestra es invitada a entrenar con la Selección Nacional. Y a pesar de que era la menor y de que sus compañeras le llevaban años de experiencia, siempre buscaba estar al mismo nivel.

Su padre la motivaba haciéndole ver que siendo tan joven ya estaba compitiendo con lo mejor de su país.

La primera vez que le tocó viajar en avión para ir a representar a Argentina a unos Juegos Sudamericanos su madre trató de detenerla en el aeropuerto llorando.

Algo que hasta ciert punto podemos entender pues la profesora Vanina era muy joven.

A los que no les hacía tanta gracia era a los entrenadores. Tener una prospecto de medalla y que antes de partir su madre no la deje ir a competir.

Afortunadamente la maestra Vanina partió junto con el equipo y se llevó a Argentina su primer medalla internacional.

A la vuelta de ese evento estaban los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, para los cuales sentía que la prensa no le brindaba suficiente atención.

Quizás era algo natural, era muy joven y sus compañeras tenían en ese entonces un poco más de nombre.

Pero bueno, hizo lo necesario para conseguir una medalla de oro lo que la llevó a tener incluso más atención de prensa de la que le gustaba, pues la prensa la ponía un poco más nerviosa que los mismos combates.

El día de la competencia, coincidió con su cumpleaños. Al relatar la anécdota se emociona. El gimnasio comenzó a cantarle el Feliz Cumpleaños antes del himno.

Y cuando bajó del podium los asistentes y los reporteros se abalanzaron sobre ella.

La adversidad como motivación
La narración que nos hace de su medalla mundial, es uno de los mejores momentos de la entrevista.

Desde la preparación en Corea, levantándose a las 4 de la mañana sin poder meter las manos a los bolsillos a pesar del frío porque los entrenadores coreanos se enojaban.

Después las atletas coreanas que no le detenían bien las palmetas (palchaguis).

Un día antes de la competencia, el entrenador nacional reunió al equipo para decirle a cada atleta a qué equipo enfrentaba. Y se sabía que a uno de los atletas le tocaría China Taipei.

Conforme el entrenador iba diciendo quién iba contra qué país y su nombre no aparecía, se fue dando cuenta poco a poco de que iba contra la campeona mundial de China Taipei.

Su entrenador le dijo - Vanina, tienes 16 años, eres muy joven, hay que aprender.

Nos cuenta la profesora que sintió en ese momento como nitro, una motivación extra por lo que sentía como un menosprecio.

Y salió a ganar, le ganó a la competidora china e hizo cuatro combates más para llegar a la final en la que estuvo muy cerca de ganar el oro senior. Con 16 años.
Experiencias olímpicas y como entrenadora
En la entrevista la profesora Vanina también nos comparte sus experiencias en los Juegos Olímpicos.

Nos deja claro la maestra que para ambas competencias su meta siempre fue el oro olímpico.

En Atenas 2004 tuvo una enfermedad que incluso no le permitió dormir dos días seguidos antes de la competencia y que aún no saben que fue exactamente lo que le pasó.

Para Beijing 2008 tuvo un combate muy cerrado ante la campeona del mundo, la canadiense Karine Sergerie que la dejó fuera.

Nos cuenta que en su preparación rumbo a la competencia no consideró la lucha por el bronce y que eso la dejó desconcentrada para los combates en busca de esas medallas.

La maestra ha tenido también un periodo de un poco más de un ciclo olímpico como entrenadora, que tuvo que compaginar con el de ser madre de tres hijos.

También es una parte que recomiendo mucho de la entrevista pues nos comparte su visión desde su vasta experiencia sobre cómo los organismos deportivos pueden apoyar a madres que trabajan.