En Colombia, bajo la ley 1805 de 2016 todos los ciudadanos somos potenciales donantes, esto con la intención de contrarrestar la alta demanda de colombianos que se encuentran en lista de espera para ser trasplantados. A través de los testimonios de Luisa Quiñones y Gisela Cruz conoceremos las vivencias de un paciente renal y las complicaciones a las que debe enfrentarse si quiere seguir con vida pues, de lo contrario, su organismo morirá poco a poco debido a la intoxicación que puede presentar en su torrente sanguíneo. Afortunadamente este no fue el caso de ninguna de estas mujeres ya que en su camino se toparon con la suerte que pocos tienen y encontraron a esos seres altruistas que les regalaron una segunda oportunidad. La interminable lista para la donación de órganos y tejidos en Colombia es una realidad que más de 3000 ciudadanos viven a diario, incluso durante años. Por esa razón es importante apropiarnos de esta problemática y decidir ser donantes voluntarios, reconociendo que los órganos que han habitado nuestro cuerpo ya cumplieron con su función y pueden quedarse en este mundo terrenal habitando otro cuerpo para así salvarle, literalmente, la vida.