Viajamos con los sentidos, vemos, escuchamos, sentimos el arrullo del viento o el calorcito del sol… ¿pero que ocurre si nos lanzamos a hacerlo con el gusto? ¿Que sucede si es el paladar el que tiene que sacarse el pasaporte? Pues que de un país como Suiza volvería repleto de experiencias… a cual más sabrosa: Fondue, Raclette e infinidad de quesos, vinos, chocolates, galletas y dulces, Rösti, trenza, Nidelkuchen… Lola Bernabé estuvo recorriendo y probando algunas de las zonas más encantadoras del interior del país y volvió con muy buen sabor de boca. ¿A que sabe Suiza?

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