Oí como la voz de una gran multitud, como el ruido de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, diciendo: “¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios Todopoderoso. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio”. Porque el lino fino es los actos justos de los santos. El ángel me dijo: “Escribe: Bienaventurados los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero”. Me dijo además: “Estas son palabras verdaderas de Dios”. Yo me postré ante sus pies para adorarle, pero él me dijo: “¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. Vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama FIEL Y VERDADERO. Y con justicia él juzga y hace guerra. Sus ojos son como llama de fuego. En su cabeza tiene muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo. Está vestido de una vestidura teñida en sangre, y su nombre es llamado LA PALABRA DE DIOS. Los ejércitos en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las guiará con cetro de hierro. Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y sobre su muslo tiene escrito el nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.


Esta visión del apóstol Juan es una de las escenas más gloriosas que va a ocurrir muy pronto: Juan mira al Señor cumpliendo lo que Él dijo, que vendría de forma visible por segunda vez a la tierra. Pero ya no vendría en forma débil, limitado como un hombre mortal; Él vendrá con toda su magnificencia, vestido de gloria y poder. El Señor vendrá con su ejército celestial para ejecutar su juicio, luchando contra los habitantes influenciados por Satanás por medio del falso profeta y la bestia. Según algunos teólogos esta es la guerra que se luchará en la batalla del Armagedón donde todo ojo verá al Señor y reconocerán que Él es el Rey de reyes y Señor de señores.
Pero antes de la manifestación gloriosa del Señor montado en un caballo blanco, notemos las cualidades de aquellos que estarán en las bodas del Cordero, que será una celebración donde el Señor va a consolar y recompensar a todos los que fueron fieles a Él y donde Jesús se unirá a la iglesia. Ellos vestirán vestiduras blancas de lino fino, limpio y resplandeciente. Note la clase de este lino que no es uno común, sino fino, o sea de alta calidad y alto precio; también está limpio sin ninguna mancha ni arruga, será resplandeciente. Aquí podemos leer la interpretación de lo que representan esas vestiduras que son las obras justas de los santos que recibieron la Palabra de Dios, que fueron lavados con la sangre del Cordero y que fueron llenos del Espíritu Santo.

¡Qué lindo saber que cualquier cosa que hagamos o cualquier actitud que reflejemos serán las vestiduras que nos cubran y nos harán dignos de estar en las bodas del Cordero!
No solo basta con aceptar los pasos de fe para obtener la salvación de nuestras almas, es necesario también vestir nuestras almas. Vístete con actos de caridad, ayudando al necesitado; vístete con actos de misericordia siendo compasivos y tolerantes con los hermanos en Cristo y con los no creyentes; vístete de justicia cuando sufras ataques y maltratos; vístete de mansedumbre en medio de un mundo arrogante; vístete de santidad en una sociedad impura y promiscua; vístete con la armadura de Dios para que venzas todos los ataques del adversario.

Deseo que todos los que están escuchando este devocional estén en el gran día ante el Señor sin ninguna vergüenza por la desnudez, sino más bien felices y enamorados del Señor de señores y Rey de reyes que nos amó y caminó con nosotros aquí en la tierra y que nos preparó para estar con Él en las bodas del Cordero, festejada en los cielos.

Considera:
Si el Señor viniera el día de hoy, ¿te encontraría desnudo o mal vestido?

Soy tu hermano y amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor escuche tu oración y te mantenga limpio y puro para aquella gran celebración.

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September 13: Clothed in linen for the weddings.

Revelation 19:6-16:
And I heard, as it were, the voice of a great multitude, as the sound of many waters and as the sound of mighty thunderings, saying, “Alleluia! For the Lord God Omnipotent reigns! Let us be glad and rejoice and give Him glory, for the marriage of the Lamb has come, and His wife has made herself ready.” And to her it was granted to be arrayed in fine linen, clean and bright, for the fine linen is the righteous acts of the saints.
Then he said to me, “Write: ‘Blessed are those who are called to the marriage supper of the Lamb!’ ” And he said to me, “These are the true sayings of God.” And I fell at his feet to worship him. But he said to me, “See that you do not do that! I am your fellow servant, and of your brethren who have the testimony of Jesus. Worship God! For the testimony of Jesus is the spirit of prophecy.”
Now I saw heaven opened, and behold, a white horse. And He who sat on him was called FAITHFUL AND TRUE, and in righteousness He judges and makes war. His eyes were like a flame of fire, and on His head were many crowns. He had a name written that no one knew except Himself. He was clothed with a robe dipped in blood, and His name is called The Word of God. And the armies in heaven, clothed in fine linen, white and clean, followed Him on white horses. Now out of His mouth goes a sharp sword, that with it He should strike the nations. And He Himself will rule them with a rod of iron. He Himself treads the winepress of the fierceness and wrath of Almighty God. And He has on His robe and on His thigh a name written: KING OF KINGS AND LORD OF LORDS.


This vision of the apostle John is one of the most glorious scenes that will occur very soon: John looks at the Lord fulfilling what He said, that He would come visibly to earth a second time. But He would no longer come weak, limited as a mortal man; He will come in all His magnificence, clothed in glory and power. The Lord will come with His heavenly army to execute His judgment, fighting against the inhabitants influenced by Satan through the false prophet and the beast. According to some theologians this is the war that will be fought in the battle of Armageddon where all eyes will see the Lord and will recognize that He is the King of kings and Lord of lords.
But before the glorious manifestation of the Lord mounted on a white horse, let's note the qualities of those who will be at the wedding of the Lamb, which will be a celebration where the Lord will comfort and reward all those who were faithful to Him and where Jesus will join the church. They will wear white garments of fine linen, clean and bright. Notice the kind of this linen that is not a common one, but fine, that is, of high quality and high price; it is also clean without any stain or wrinkle, it will be resplendent. Here we can read the interpretation of what those garments represent, which are the righteous works of the saints who received the Word of God, who were washed with the blood of the Lamb and were filled with the Holy Spirit.

How nice to know that whatever we do or whatever attitude we reflect will be the garments that cover us and make us worthy of being at the marriage of the Lamb!
Not only is it enough to accept the steps of faith to obtain the salvation of our souls, it is also necessary to clothe our souls. Clothe yourself in acts of charity, helping the needy; clothe yourself with acts of mercy, being compassionate and tolerant with the brothers and sisters in Christ and with non-believers; clothe yourself of justice when you suffer attacks and mistreatment; clothe yourself of meekness in the midst of an arrogant world; clothe yourself of holiness in an impure and promiscuous society; clothe yourself with the armor of God to defeat all the attacks of the adversary.

I wish that all who are listening to this devotional are in the great day before the Lord without any shame for nudity, but rather happy and in love with the Lord of lords and King of kings who loved us and walked with us here on earth and who prepared us to be with Him at the marriage of the Lamb, celebrated in heaven.

Consider this:
If the Lord came today, would He find you naked or poorly dressed?

I am your brother and friend Eduardo Rodríguez. May the Lord hear your prayer and keep you clean and pure for that great celebration.