Segun Juan Manuel Rozas, en un estudio del CSIC, el poema es en sí una huida, una escapada, una fuga. Sabido es que la fuga musical se caracteriza por la repetición variada de unos pocos motivos fundamentales.
El poeta no pregunta desde el 'yo', sino desde el 'nosotros' y así al preguntar desde el nosotros, generalizando, el espíritu adquiere una mayor libertad, pasando a ser un auténtico protagonista, semejante a los de la épica o el drama.
Se trata de un problema de psicología: la relación entre el sueño y el espíritu, y el lugar en que coinciden. Pero la respuesta nos lleva a un dilema irresoluble. Si el espíritu vive ese encuentro dentro de nosotros, estamos ante la medicina, ante la ciencia; pero si ese mundo de visiones está realmente fuera de nosotros, estamos ante lo sobrenatural.
Así esta 'fuga' nos lleva hacia la tan característica inquietud becqueriana sobre lo 'sobrenatural'. Y lo hace a través de la persistente entonación interrogativa, que cimenta toda la Rima.