El caso de Marta Catalina Daniels, ocurrido en 2002, fue una tragedia que involucró una intensa disputa familiar y problemas financieros. La senadora fue asesinada junto a dos personas en Zipacón, Colombia, en un complot orquestado por su hermana, Sandra Daniels. La investigación reveló que Sandra, actuando como intermediaria de su cuñado Hernando Rodríguez, planeó el crimen para resolver serias dificultades económicas. Un elemento clave en la investigación fue una carta hallada en la casa de Marta Catalina, donde ella manifestaba su preocupación y temor hacia su hermana, confirmando así las sospechas que llevaron a descubrir la verdad detrás del homicidio.