Las preguntas inquietantes de una pseudo novia de Pedro, en 8º de EGB en una clase de sexualidad, da comienzo a este capítulo que nos lleva a las pandillas de nuestra infancia en nuestros barrios o pueblos. De interior o de playa. Porque las pandillas son de invierno, pero también muy de verano.

Hasta hemos tenido una inesperada visita de doña Rocío que, mientras se grababa este episodio, se encontraba reunida telemáticamente en torno a unas vacunas esnifables. Un capítulo que acaba emplazándonos a nuestro encuentro de agosto, con los Cano-Arregui veraneando como la nobleza, en las costas vascas. Pero no muy en las costas. A distancia suficiente para evitar la urticaria del pater familiae, don Emilio.

Capítulo para consumir en verano (o cuando quieras, como los otros). Que lo disfrutes al menos la mitad de lo que nosotros lo hemos hecho, viajando juntos en el tiempo.