Números-033 Franjas para recordar

15 feb 2023 · 7 min. 30 sec.
Números-033 Franjas para recordar
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Números 15:38-41 da instrucciones para el pueblo de Israel: “Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones;...

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Números 15:38-41 da instrucciones para el pueblo de Israel:
“Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios,que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios.”

Las pasadas navidades pude viajar a Israel con mi familia. Mientras visitamos Jerusalem, vi algunos judíos ortodoxos en el restaurante donde habíamos entrado a comer que todavía llevaban estos flecos colgando de sus ropas. No sé si sabían el origen y propósito de los flecos o si lo hacen por tradición. La cuestión no es llevar los flecos. Lo que de verdad importa es que meditemos, es decir, que elijamos pensar en las verdades y estatutos de nuestro Señor, para que las decisiones que tomemos cada día estén basadas en verdades que van más allá de nuestro corazón y nuestros pensamientos.

Vemos también en el capítulo 16 como los incensarios que los rebeldes de Coré habían utilizado fueron transformados en un recordatorio para el pueblo de que la rebeldía nunca traería bendición. Dice así:

“Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce con que los quemados habían ofrecido; y los batieron para cubrir el altar, en recuerdo para los hijos de Israel, de que ningún extraño que no sea de la descendencia de Aarón se acerque para ofrecer incienso delante de Jehová, para que no sea como Coré y como su séquito; según se lo dijo Jehová por medio de Moisés.” Números 16:40-


Estos dos textos nos narran cómo el pueblo de Dios tenía recordatorios que les ayudaran a tener memoria de los mandamientos de Dios y de las consecuencias de la desobediencia.

Y es que nuestra memoria suele ser corta. Es cierto que fácilmente recordamos aquellas cosas que nos han hecho daño. Pero no es tanto el hecho de que tengamos buena memoria. Más bien es porque elegimos recordar, y pensamos en aquello que nos han hecho continuamente, de modo que no conseguimos olvidar el mal que alguien nos hizo. Esto es fruto de meditación y no de buena memoria.

Qué pena que lo hagamos naturalmente con aquellas cosas que nos traen tristeza y ansiedad, y que no podamos aplicar este mismo principio a los que nos conviene recordar. El traer nuestros pensamientos cautivos es una práctica que Dios pide, sabiendo que estos, nuestros pensamientos, pueden jugarnos malas pasadas.

2 Corintios 10:5 nos insta a que “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.” Este versículo nos recuerda que podemos llevar cautivos, es decir, parar o controlar, cada pensamiento.

Dios nos ha dado la voluntad para que podamos controlar nuestros pensamientos y nuestras acciones. Cuando dejamos que algo atrape nuestra mente hasta el punto de agobiarnos, hasta el punto de modificar nuestra actitud y por ende nuestras acciones, lo hacemos porque hemos decidido ser conquistadas. ¿Y si en lugar de pensar en estas cosas pensáramos en lo que nos pide Filipenses 4:8?
“todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

En Números, Dios instruye al pueblo de Israel a que se hagan franjas en sus vestidos, con un cordón azul, para que cuando lo vieran se acordaran de los mandamientos de Dios para poder ponerlos por obra. Seguidamente dice “y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos” La razón que da para la necesidad de recordar constantemente los mandamientos de Dios es que el ser humano fácilmente se desvía, poniendo la mira en su “corazón” y en lo que ven sus ojos. ¿Qué quiero decir con esto? Pues quizás que no necesitamos a Disney para que nos recuerde que escuchemos a nuestro corazón, porque por naturaleza es lo que solemos hacer, y Jeremías 17: 9 nos recuerda: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Nos guiamos por lo que sentimos o por lo que ven nuestros ojos en el momento. Y cuando esto ocurre, podemos olvidar fácilmente las verdades que sabemos y que en el momento no se ven. Es así como el pueblo de Dios tuvo miedo y se rebeló, porque lo que veía con sus ojos les asustaba. Pero vemos 40 años más tarde que hubieran podido entrar con Dios de su lado. Nuestros ojos y nuestro corazón pueden darnos señales equivocadas que nos hagan llegar a conclusiones erróneas. Por eso Dios quiere que su pueblo recuerde constantemente sus mandamientos para ponerlos en práctica. De ese modo, el pueblo podría ser santo como Dios quería.

Quizás nosotras también hacemos bien en tener recordatorios de las verdades de la Palabra. Versículos enmarcados que nos recuerden lo que el Señor nos está enseñando, fechas para recordar las bondades del Señor, el compartir con otros las bendiciones del día a día. ¿Se te ocurren otras maneras de recordar los mandamientos y bondades del Señor. Nunca dejemos de pensar en todo aquello que Dios ha hecho y está haciendo, y repitámoslo a nuestros hijos o a los que tengamos a nuestro alrededor, para mantener nuestros corazones y nuestros pensamientos en aquello que a Dios le agrada y trasmitir la riqueza del conocimiento de Dios.
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Informazioni
Autore David y Maribel
Organizzazione David y Maribel
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