En el programa Chayo Contigo la Dra. Rosario Busquets nos platica de:

- Hace dos años cuando empezó la pandemia me separé de mi aún esposo, y en los mismos días, mi hija de 18 años se fue de la casa con un novio que yo ni siquiera sabía que existía. Ellos se fueron porque estaban cansados de mi enfermedad, tengo fibromialgia, sin embargo, soy una mujer autónoma, trabajo, y aún dependen de mi tres hijos más, que tienen 15, 16 y 24. Decidí seguir apoyando al de 24 a que se quedará en mi casa porque estaba estudiando pero ahora ya se recibió, y la verdad es que quiero descansar pero no sé cómo hablar con ellos, dijo que empezaría a dar gasto, pero mi hija, hace dos semanas regresó a la casa y con todo y novio, pues dicen que en ningún lado encuentran trabajo, por lo que ahora mantengo a mis hijos y a él. Necesito ayuda.

- Tengo un pequeño de tres años, al empezar la pandemia empezaron su problemas de conducta, ya no obedecía aunque uno le explicara las cosas y le diera motivos del por qué eso no se hacía. Los problemas se hicieron más fuertes cuando mi mamá empezó a intervenir porque ella decía que lo trataba como adulto y pasaba sobre mi autoridad, si yo decía que no, el niño iba con mi mamá y ella se lo daba. Hace unos meses él empezó a ser grosero, te grita, te contesta cuando no le das lo que pide y hasta te pega. Opté por llevarlo al psicólogo porque ya no sabía cómo manejar esa situación, y ella me explicó que él no sabía de límites, pero al estar en otro ámbito él se porta muy bien. Estos últimos días han sido muy difíciles, me grita, me dice que soy una mala mamá, le he dado nalgadas pero aún así no le importa y sigue con la misma actitud. No sé qué hacer para que me obedezca.

- ¿Cuáles son esas frases que cotidianamente nos dicen, y que se vuelven parte de la cultura y no nos percatamos cómo devalúan a la mujer?

- ¿Por qué la pareja tiende a buscar contenidos XXX? Mi esposo y yo tenemos 10 años juntos, pero de un tiempo para acá, le he encontrado en sus historiales de búsqueda ese tipo de contenido, pero lo peor es que la última vez le pregunté por qué lo hace y no me contestó. Me duele porque esta vez descubrí que buscó contenido y por la noche tuvimos intimidad, me sentí poco valorada, a veces ya no me reconozco. No he podido recuperar mi amor propio.

- Tengo casi 17 años de matrimonio con una maravillosa mujer y tenemos una maravillosa hija de 7 años. Mi esposa tiene 39 años y yo 47. Los dos primeros años de mi matrimonio fueron sin hijos, ambos trabajábamos de tiempo completo, teníamos estabilidad económica, ella tenía que viajar debido a su trabajo y yo era muy celoso, sin embargo, controlaba mis celos. Los viajes que hicimos juntos fueron en los que yo iba a eventos deportivos, a ella le gustaba acompañarme, pero ella se quedaba con ganas de visitar sitios, como antros, bares y demás; reconozco que fui egoísta y le dediqué mucho al deporte. Nuestra vida cambió con la llegada de nuestra hija, nuestros trabajos de medio tiempo nos quitaron la estabilidad económica que teníamos y tuvimos que dejar de viajar. Hace años acordamos tener cenas románticas, vestirnos elegantemente y tomar alcohol. No sé por qué, ni cuándo, en nuestras borracheras salían pláticas sexuales, fantasías que alimentaban nuestra libido y yo pasé de ser un hombre celoso a un hombre que deseaba ver a su esposa con alguien más. Con el tiempo logré persuadirla, hemos tenido intercambios sexuales y creo que tenemos estabilidad emocional, pero el problema es que tenemos prejuicios, un poco de involucrar sentimientos y principalmente se ha convertido en un vicio que no podemos dejar y no podemos ya mantener una libido alta sin recurrir a los intercambios.

- Soy una mujer casada desde hace 15 años, tengo 42 años, dos hijos, economía y familia estable. Mi marido tiene 41 años y desde e 2009 tiene diabetes, es insulinodependiente. No hace dieta pero procuramos comer sano, no fuma, pero sí toma alcohol de vez en cuando. Mi situación es que casi ya no tenemos intimidad y eso me frustra porque a mi me gusta mucho el sexo, de soltera tuve muchas parejas. Mi marido para lograr una erección debe tomar un medicamento que le provoca dolor de cabeza al siguiente día, y entonces no se la toma, y si no la toma no hay erección ni sexo. Él no le da la misma importancia que yo al tema del sexo, dice que solo pienso en eso y he pensado que la del problemas soy yo. He de confesar que por lo mismo le he sido infiel, pero ya no quiero por temor a que me descubra y a perderlo todo, porque tenemos una buena familia. Hemos hablado y me dice que se va a atender, pero todo sigue igual. Lo amo, pero necesito tener intimidad.