Tener acceso a la información es un derecho pero interesarse por estar informado y hacerlo de una fuente sólida y verás es una decisión de cada individuo. Con el auge de la tecnología y las redes sociales, la oferta aumenta excesivamente pero el reto para los periodistas como profesionales y para los medios de comunicación, continúa siendo el mismo, más allá de la convergencia que los cobija.
La ética y el profesionalismo deben continuar como estandarte de cualquier medio de comunicación, pues estos siguen proveyendo los insumos para la creación del pensamiento crítico y la democracia en la medida en que los ciudadanos estén bien informados sobre los comportamientos económicos, sociales y políticos que suceden en su entorno y en el mundo.