MelP_473-Salmo_16_2
2 set 2023 ·
2 min. 30 sec.
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Descrizione
«Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.» (Salmo 16:2) Los salmos con frecuencia hablan de la confianza en Dios...
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«Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.» (Salmo 16:2)
Los salmos con frecuencia hablan de la confianza en Dios en medio de la prueba y es precisamente lo que encontramos en este salmo. David confía en Dios para liberarle de lo que describe como “el seol“. En el Nuevo Testamento, encontramos que estas palabras se aplican proféticamente a Cristo y a su resurrección. Para David, esta liberación de la tumba era metafórica, pero para Cristo, era literal. Pero me encanta el pensamiento que encontramos en el comienzo del salmo: no hay para mí bien fuera de ti. Es precisamente donde Satanás atacó a Eva en Edén. Le tentó a pensar que existía algo mejor que el plan de Dios para ella; que siguiendo su propio camino, podría terminar en mejor sitio que si obedecía a su Creador. Muchas veces nuestras tentaciones van por el mismo camino. Empezamos a dudar de Dios y pensar que fuera de la voluntad de Dios hay algo más apetecible, algo mejor para nosotros. Pero el salmista cierra la puerta a esta tentación afirmando que Dios es el único bien (1). «Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado» (16:5-6).
Hacemos bien en afirmar con el salmista hoy que para nosotros no hay bien fuera de Dios para que no caigamos en la tentación de buscar fuera de Dios lo que sólo Dios nos puede dar. (David Bell)
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Los salmos con frecuencia hablan de la confianza en Dios en medio de la prueba y es precisamente lo que encontramos en este salmo. David confía en Dios para liberarle de lo que describe como “el seol“. En el Nuevo Testamento, encontramos que estas palabras se aplican proféticamente a Cristo y a su resurrección. Para David, esta liberación de la tumba era metafórica, pero para Cristo, era literal. Pero me encanta el pensamiento que encontramos en el comienzo del salmo: no hay para mí bien fuera de ti. Es precisamente donde Satanás atacó a Eva en Edén. Le tentó a pensar que existía algo mejor que el plan de Dios para ella; que siguiendo su propio camino, podría terminar en mejor sitio que si obedecía a su Creador. Muchas veces nuestras tentaciones van por el mismo camino. Empezamos a dudar de Dios y pensar que fuera de la voluntad de Dios hay algo más apetecible, algo mejor para nosotros. Pero el salmista cierra la puerta a esta tentación afirmando que Dios es el único bien (1). «Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado» (16:5-6).
Hacemos bien en afirmar con el salmista hoy que para nosotros no hay bien fuera de Dios para que no caigamos en la tentación de buscar fuera de Dios lo que sólo Dios nos puede dar. (David Bell)
Informazioni
Autore | David y Maribel |
Organizzazione | David y Maribel |
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