La última vez que se escuchó en Nicaragua sobre una liberación significativa de presas y presos políticos fue en junio de 2019, cuando sacaron a 50 nicaragüenses tras la aprobación de una controversial Ley de Amnistía.

Desde entonces, el régimen ha aumentado las detenciones arbitrarias y mantenido las liberaciones y recapturas de ex presas y presos políticos como una constante.

El 32.4% de los 108 nicaragüenses que continúan en los centros penitenciarios de tortura, según cifras del Mecanismo para el reconocimiento de Presas y Presos Políticos, pertenece a excarcelados que han sido recapturados.

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