La historia del obrero que creó Casio
23 gen 2023 ·
6 min. 35 sec.
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Millones de reproducciones lleva en Spotify y Youtube la canción de Shakira y Bizarrap, dedicada al exmarido de ella, Gerard Piqué, y en la que hace una clara referencia comparativa...
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Millones de reproducciones lleva en Spotify y Youtube la canción de Shakira y Bizarrap, dedicada al exmarido de ella, Gerard Piqué, y en la que hace una clara referencia comparativa entre ella y la nueva pareja de su ex.
Un tema sobre el que se ha escrito mucho desde la publicación de la canción, en el que no queremos incidir, pero vamos a profundizar en una de las marcas que se han visto salpicadas por la polémica: Casio. Aunque en su caso, a pesar del menosprecio, ha visto cómo el número de seguidores en redes se disparaba más de un 60% desde que estalló toda la polémica.
El creador de la compañía fue el japonés Tadao Kashio. Nació en el año 1917, en Kureta-mura (actualmente Nankoku) en la prefectura de Kochi. Seis años más tarde, y tras un gran terremoto en Kanto, su familia y él se mudaron a Tokio, gracias a la invitación de un familiar.
Una vez que se graduó de secundaria, Tadao comenzó a trabajar como aprendiz de operador de torno. Su jefe, el dueño de la fábrica, reconoció las habilidades del joven, y lo alentó para que estudiara en Waseda Koshu Gakko, mientras trabajaba en la fábrica.
Cuando Kashio ganó experiencia laboral, haciendo ollas, sartenes y lámparas para bicicletas, se labró una buena reputación, que le trajo subcontratos para hacer piezas. Hacía todo esto mientras estudiaba en la universidad, al tiempo que ganaba el reconocimiento de sus profesores por ser un alumno aplicado.
De esta forma, y con toda la experiencia sobre sus hombros, estableció, junto a sus hermanos, un negocio llamado Kashio Seisakujo, en Mitaka, Tokyo. Se dedicaban a la reparación de máquinas emisoras de billetes de avión, y después al resto de máquinas del aeropuerto, en el que fue su primer contacto con la tecnología. Al fundar la empresa, en 1946, los cuatro hermanos de la familia Kashio no sabían que iban a crear una de las compañías de electrónica de mayor éxito del mundo.
Un día le llevaron a su pequeño taller, para reparar, una gran calculadora. La utilizaban los militares japoneses en las oficinas del aeropuerto, para controlar el transporte. Era una máquina grande, montada en una mesa con ruedas, con palancas y teclas mecánicas. Al arreglarla, y con un entusiasmo de un joven innovador, decidió fabricar una calculadora más pequeña, que pudiera ser transportada de un escritorio a otro. La clave para reducir el tamaño fue utilizar los primeros transistores que se conocían, e implementar el teclado númerico, con las claves del 0 al 9. Es considerada como la primera solución de alta tecnología aplicada en Japón.
Así llegó a instalar su primera fábrica de calculadoras en Tokio en 1949, para atender la demanda nacional, en un país que se recuperaba de las consecuencias de la guerra. Ocho años más tarde, los hermanos fundaron la compañía CASIO y nombraron como presidente a su padre, Shigeru. A partir de entonces la empresa diseñó y fabricó calculadoras basadas en relés, posteriormente transistorizadas y, más tarde, electrónicas.
La curiosidad de Tadao Kashio llegó más lejos, y dirigió su compañía hacia el universo de la relojería. Se fijó en los, por entonces, modernos relojes de mesa, que funcionaban gracias a un pequeño cristal de cuarzo, que movía las manecillas con una señal electrónica que recibía cada segundo de una batería.
En el 56, crea el centro de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, para adaptar las nuevas tecnologías a todas las necesidades de la sociedad. Y es en 1969 cuando, gracias a este aprendizaje, inventa el primer reloj de pulsera de cuarzo, con pantalla de cristal líquido, lo suficientemente pequeño como para llevarlo en la muñeca. Era el Casiotrón. Fueron uno de los primeros fabricantes de relojes digitales de pulsera.
No dejaron de investigar, y en unos años habían integrado diez funciones adicionales en ese reloj de pulsera, y hasta llegarón a integrar una calculadora electrónica.
Mientras tanto, el centro de investigación y desarrollo les permitía desarrollar nuevas funciones, que convirtieron a Japón en el centro más importante del desarrollo de la tecnología electrónica moderna. Se crearon calculadoras de bolsillo, relojes con cronómetro, traductores de idiomas, una televisión de bolsillo con pantalla plana... Era la sociedad más avanzada en el uso de tecnología.
Tadao murió en 1993, a los 76 años de edad, y considerado como uno de los padres del Japón moderno. Pese a su fallecimiento, Casio siguió trabajando en el desarrollo de su tecnología, llegando a convertirse, en el mundo de la relojería, en el sinónimo de reloj funcional deportivo.
Casio registró ventas por más de 1.900 millones de dólares en 2022. Su principal mercado sigue siendo Asia, y sobre todo Japón. Y del total de ingresos, los relojes representan casi dos terceras partes. Casio sigue vigente.
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Un tema sobre el que se ha escrito mucho desde la publicación de la canción, en el que no queremos incidir, pero vamos a profundizar en una de las marcas que se han visto salpicadas por la polémica: Casio. Aunque en su caso, a pesar del menosprecio, ha visto cómo el número de seguidores en redes se disparaba más de un 60% desde que estalló toda la polémica.
El creador de la compañía fue el japonés Tadao Kashio. Nació en el año 1917, en Kureta-mura (actualmente Nankoku) en la prefectura de Kochi. Seis años más tarde, y tras un gran terremoto en Kanto, su familia y él se mudaron a Tokio, gracias a la invitación de un familiar.
Una vez que se graduó de secundaria, Tadao comenzó a trabajar como aprendiz de operador de torno. Su jefe, el dueño de la fábrica, reconoció las habilidades del joven, y lo alentó para que estudiara en Waseda Koshu Gakko, mientras trabajaba en la fábrica.
Cuando Kashio ganó experiencia laboral, haciendo ollas, sartenes y lámparas para bicicletas, se labró una buena reputación, que le trajo subcontratos para hacer piezas. Hacía todo esto mientras estudiaba en la universidad, al tiempo que ganaba el reconocimiento de sus profesores por ser un alumno aplicado.
De esta forma, y con toda la experiencia sobre sus hombros, estableció, junto a sus hermanos, un negocio llamado Kashio Seisakujo, en Mitaka, Tokyo. Se dedicaban a la reparación de máquinas emisoras de billetes de avión, y después al resto de máquinas del aeropuerto, en el que fue su primer contacto con la tecnología. Al fundar la empresa, en 1946, los cuatro hermanos de la familia Kashio no sabían que iban a crear una de las compañías de electrónica de mayor éxito del mundo.
Un día le llevaron a su pequeño taller, para reparar, una gran calculadora. La utilizaban los militares japoneses en las oficinas del aeropuerto, para controlar el transporte. Era una máquina grande, montada en una mesa con ruedas, con palancas y teclas mecánicas. Al arreglarla, y con un entusiasmo de un joven innovador, decidió fabricar una calculadora más pequeña, que pudiera ser transportada de un escritorio a otro. La clave para reducir el tamaño fue utilizar los primeros transistores que se conocían, e implementar el teclado númerico, con las claves del 0 al 9. Es considerada como la primera solución de alta tecnología aplicada en Japón.
Así llegó a instalar su primera fábrica de calculadoras en Tokio en 1949, para atender la demanda nacional, en un país que se recuperaba de las consecuencias de la guerra. Ocho años más tarde, los hermanos fundaron la compañía CASIO y nombraron como presidente a su padre, Shigeru. A partir de entonces la empresa diseñó y fabricó calculadoras basadas en relés, posteriormente transistorizadas y, más tarde, electrónicas.
La curiosidad de Tadao Kashio llegó más lejos, y dirigió su compañía hacia el universo de la relojería. Se fijó en los, por entonces, modernos relojes de mesa, que funcionaban gracias a un pequeño cristal de cuarzo, que movía las manecillas con una señal electrónica que recibía cada segundo de una batería.
En el 56, crea el centro de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, para adaptar las nuevas tecnologías a todas las necesidades de la sociedad. Y es en 1969 cuando, gracias a este aprendizaje, inventa el primer reloj de pulsera de cuarzo, con pantalla de cristal líquido, lo suficientemente pequeño como para llevarlo en la muñeca. Era el Casiotrón. Fueron uno de los primeros fabricantes de relojes digitales de pulsera.
No dejaron de investigar, y en unos años habían integrado diez funciones adicionales en ese reloj de pulsera, y hasta llegarón a integrar una calculadora electrónica.
Mientras tanto, el centro de investigación y desarrollo les permitía desarrollar nuevas funciones, que convirtieron a Japón en el centro más importante del desarrollo de la tecnología electrónica moderna. Se crearon calculadoras de bolsillo, relojes con cronómetro, traductores de idiomas, una televisión de bolsillo con pantalla plana... Era la sociedad más avanzada en el uso de tecnología.
Tadao murió en 1993, a los 76 años de edad, y considerado como uno de los padres del Japón moderno. Pese a su fallecimiento, Casio siguió trabajando en el desarrollo de su tecnología, llegando a convertirse, en el mundo de la relojería, en el sinónimo de reloj funcional deportivo.
Casio registró ventas por más de 1.900 millones de dólares en 2022. Su principal mercado sigue siendo Asia, y sobre todo Japón. Y del total de ingresos, los relojes representan casi dos terceras partes. Casio sigue vigente.
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Autore | elEconomista |
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