Job-102 La prueba de Job
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Descrizione
El libro de Job narra la historia de un hombre que vivió en Uz en tiempos antiguos. Nos dice el primer versículo del libro que “era este hombre perfecto y...
mostra di piùLeemos también en los siguientes versículos de cómo lo había bendecido Dios. “Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.”
Mas nos narra el texto que se presentaron ante Dios huestes celestiales, entre las cuales estaba el Acusador. Y Dios le mostró la fe de Job, y cómo seguía a Dios fielmente. Satán, el Acusador por excelencia, acusó a Job de servir a Dios por conveniencia, diciendo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. (1:9-11)
Dios, que sabe todas las cosas y conoce lo más profundo del ser, le aseguró que no era así. Para demostrarlo, Dios permitió que el Acusador afligiera a Job tocando lo que quisiera de sus posesiones, mas le prohibió que tocara a Job. Y así lo hizo Satanás; destruyó los bienes de Job y destruyó la casa donde sus hijos celebraban, matando a todos los hijos de Job en un mismo día. Job estaba destrozado, mas reconoció que era Dios el que había dado, y a él le pertenecía el derecho de quitar: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” Job 1:21-22
En otra ocasión, los ángeles se volvieron a presentar ante Dios, y Dios de nuevo recordó a Satanás que Job había permanecido fiel a Dios. Y Satanás de nuevo cuestionó la fe de Job. Job 2:4-5 nos dice que Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.”
Y Dios le permitió tocar su carne, mas no le dio permiso de quitarle la vida. Ahora, si eres como yo, te habrás preguntado en algún momento por qué Dios hablaría con Satanás y le permitiría que tocara a uno de sus siervos. Mejor sería que no hubiera tentación, que no hubiera calamidad. Mejor sería vivir sin pruebas. ¿Por qué debía sufrir Job, tan solo para demostrar a Satanás que este era un hombre fiel a Dios? Dios, que todo lo sabe y todo lo controla, le concedió poder sobre la vida de Job, peor debemos recordar que Dios es poderoso sobre todas las cosas, y si continuamos la historia hasta el final, podremos comprobar que Dios, en su fidelidad, devolvió todo lo que Job había perdido, y la salud de Job fue restaurada.
Las pruebas de Job no fueron fáciles. Cuando diferentes facetas de su vida fueron dinamitadas, Job sufrió grandemente, hasta el punto de dudar del sentido de su vida. Si Dios estaba contra él, ¿para qué quería vivir? Mas esta suposición de Job estaba muy lejos de la realidad. Lo cierto es que Dios no solo se preocupaba por él, sino que lo estimaba en gran manera. Cuando tuvo que escoger un seguidor excelente, eligió a Job. Dios conocía a Job, sabía su nombre, y confiaba en su rectitud.
Nos es fácil creer cuando vienen las dificultades que Dios se ha olvidado de nosotras, que no nos quiere, o que por algún motivo está en contra nuestra. El ejemplo de la vida de Job ha de ser de consuelo y afirmación para nosotras. En la tragedia, en los momentos difíciles, podemos confiar que Dios está en control de la situación. No hay nada que nos suceda sin que Dios haya examinado la situación y haya dado el visto bueno. Mas no nos equivoquemos pensando que las calamidades son castigos de Dios.
Santiago 1: 12-13 nos dice sobre las tentaciones: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;”
Santiago 1:17 nos dice que “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Si nosotras no hemos causado la situación en la que estamos por nuestras malas decisiones personales, entonces podemos confiar en que Dios ha permitido la prueba para que Su nombre sea glorificado, y para hacernos mejores y más fuertes. Pero sin importar cómo llegaste a esta situación, Dios quiere ayudarte a superarla.
¿Tienes alguna situación complicada y te es difícil verla como un regalo de Dios? Si la situación que vives es consecuencia directa de tu pecado, confiesa a Dios tu mal y cambia de rumbo.
Si puedes decir con sinceridad que es algo que tú no has causado, entonces puedes afirmar con Job que Dios ha permitido esta dificultad para mostrar Su gloria y fortalecer tu fe. Pídele a Dios que te ayude a mantenerte firme en la fe, recordando que Dios está a tu lado, y que como Job pudo afirmar al final del libro, podrás tú decir también al terminar la prueba: “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.”
Informazioni
Autore | David y Maribel |
Organizzazione | David y Maribel |
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