Los ingresos activos provienen de nuestro esfuerzo directo, como salarios, honorarios profesionales o negocios propios en los que estamos activamente involucrados. Estos ingresos requieren dedicación constante y dependen de cuánto tiempo trabajemos.

Por otro lado, los ingresos pasivos son aquellos que generan ingresos recurrentes con poco o ningún esfuerzo adicional. Ejemplos incluyen alquileres, dividendos, regalías y negocios automatizados.

Diversificar nuestras fuentes de ingresos con ingresos pasivos nos brinda estabilidad financiera a largo plazo y nos permite disfrutar de más tiempo libre.

En MAGASA, estamos aquí para ayudarte a diseñar una estrategia financiera personalizada que combine ambos tipos de ingresos para alcanzar tus metas. ¡Contáctanos a través de magasa@magasa.ec y comencemos a construir tu camino hacia la libertad financiera!

Recuerda sintonizar todos los episodios de Historias y Pastillas de MAGASA para aprender más sobre cómo mejorar tus finanzas. ¡Hasta la próxima!