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Evangelio Diario
LITURGIA - 17 DE FEBRERO DE 2024
Primera Lectura Isaías 58, 9-14
Salmo 85
Evangelio Lucas 5, 27-32

OFRECIMIENTO (Si la oración se hace en la mañana):
Nos ponemos en tu presencia Dios bondadoso y Padre nuestro. Te agradecemos que nos hayas dejado empezar el presente día pues despertamos una vez más al conocimiento de nuestra propia existencia que tu amor nos concede y sostiene. El saber que existimos es el don más grande de tu bondad. ¿De qué nos serviría existir ante tu presencia si no estuviéramos conscientes de ello? Además, nuestra vida está profundamente unida a la tuya por el gran amor del cual nos has hecho participar. De tu amor no podemos dudar. Es el nuestro hacia ti el que falla con mucha frecuencia. Nos disponemos ante la grandeza de tu majestad a los Cinco Minutos de Oración. Te pedimos que des fuerza a la debilidad de nuestra mente y enciendas el fuego de tu amor en nuestros corazones. Padre Nuestro…

OFRECIMIENTO (Si la oración se hace en la tarde):
Estamos reunidos Señor para reconocer tu amor que nos sostiene en el don de la vida y para reconocer tu bondad que nos colma de beneficios. En las horas que ya pasaron disfrutamos tuvimos la oportunidad de hacer sentir tu amor y tu bondad a través de nuestra propia bondad, en todos aquellos que nos rodean, familiares y amigos y en nuestro mundo tan necesitado de ti y de tu amor. Este día fue un paso más hacia tu eternidad a la que nos llamaste desde el principio de nuestra existencia. Si lo aprovechamos, hemos guardado un tesoro. Si lo desperdiciamos, tenemos que redoblar nuestro amor en tu servicio. Que durante estos Cinco Minutos de Oración podamos olvidarnos de los intereses humanos, para estar atentos a tu amor y a tu palabra. Guía nuestros corazones por el camino de tu voluntad. Padre Nuestro…


LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de Isaías
Is 58, 9-14
Esto dice el Señor:
“Cuando renuncies a oprimir a los demás
y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva;
cuando compartas tu pan con el hambriento
y sacies la necesidad del humillado,
brillará tu luz en las tinieblas
y tu oscuridad será como el mediodía.
El Señor te dará reposo permanente;
en el desierto saciará tu hambre y dará vigor a tu cuerpo;
serás como un huerto bien regado,
como un manantial cuyas aguas no se agotan.

Construirás sobre tus viejas ruinas
y edificarás sobre cimientos muy antiguos;
te llamarán reparador de brechas
y restaurador de hogares derruidos.

Si detienes tus pasos para no violar el sábado
y no tratas tus negocios en mi día santo,
si llamas al sábado tu delicia
y lo consagras a la gloria del Señor,
si lo honras absteniéndote de viajes,
de buscar tu interés, de tratar tus asuntos,
entonces el Señor será tu delicia.
Te asentaré sobre mis montañas,
te haré gustar la herencia de tu padre Jacob”.


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles: “¿Por qué comen y beben con publicanos y pecadores?” Jesús les respondió: “No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan”.


ORACIÓN FINAL COMUNITARIA
Del 15 al 21 de Febrero de 2024.
Hermanos, el Señor es un Dios de ternura y de gracia, lento a la ira y rico en misericordia. Él no ve nuestras culpas, sino que está siempre dispuesto a escuchar nuestras súplicas. Digámosle, pues confiados:
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, nos has hecho “levadura" de la buena al comunicarnos tu salvación. Que con toda esta fe y este amor, “fermentemos el mundo haciéndolo “pan sabroso” a tus ojos.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, que reconociendo nuestras debilidades sintamos la necesidad del perdón del Padre y nos acerquemos a él con fe y humildad.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, enséñanos a unir nuestras “cruces" (humillaciones, enfermedades, debilidades, etc.) a la de tu Hijo Jesucristo, para que, como él y junto con él, perder la vida para ganarla.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, te "transfiguras" ante nuestros ojos en cada acontecimiento, en cada prójimo en cada Eucaristía, en tu palabra. Que "escuchándote" te imitemos con nuestras obras.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, a veces somos “buenos", pero más veces vamos cargando las "parálisis" que provoca nuestra dureza de corazón, derrama tu misericordia con nosotros y líbranos del mal.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Señor, nuestra vida no nos pertenece, nuestra libertad está impedida. Pronuncia sobre nosotros tu palabra de vida, líbranos y apiádate de nosotros.
DANOS TU MISERICORDIA, SENOR, Y TENDREMOS VIDA.
Se pueden agregar otras peticiones:
OREMOS: Oh Dios Omnipotente, ten misericordia de nosotros, perdona nuestros pecados y concédenos la vida eterna. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. AMEN.