Evangelio Del Día Martes 4 de Octubre | Servicio Y Obras | Hoy en Oración
4 ott 2022 ·
8 min. 22 sec.
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Evangelio Diario LITURGIA - 04 DE OCTUBRE DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXVI Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II II Semana...
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Evangelio Diario
LITURGIA - 04 DE OCTUBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXVI Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
II Semana del Salterio
Primera Lectura Job 3, 1-3. 11. 16. 12-15. 17. 20-23
Salmo 87
Evangelio Lucas 9, 51-56
“María escuchaba su palabra”
Reflexión del Evangelio de hoy (Hna. Mariví Sánchez Urrutia)
Aquel que me llamó por su gracia
Pablo, no duda en manifestar su pasado y hacer más creíble así la autenticidad de su conversión a Jesucristo. Pablo es un hombre de fuertes convicciones, y entregado con pasión a lo que él cree como verdadero.
Se dejó alcanzar por Cristo, no se sentó a los pies del Maestro como María, pero sí que escuchó con claridad sus palabras y se entregó con gran celo y generosidad a la misión que se le confió.
El relata en su carta “sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia…” Es en el único sitio donde consta su paso por Arabia, según algunos exégetas, se supone que estuvo retirado y procesando aquello que le había sucedido. Escuchar de nuevo a Dios con un corazón abierto a Su Palabra, por eso podrá decir más tarde “su Gracia no se ha frustrado en mi”
Le recibió en su casa
Qué bonita escena la que nos relata Lucas y nos resulta familiar. Jesús va de camino, posiblemente con sus discípulos, se dirigen a Jerusalén, pero se detiene en una aldea. Esta aldea, aunque aquí no dice su nombre, pudiera ser Betania, donde, según narra el evangelista Juan, se dirigió Jesús a la casa de Marta, María y Lázaro y tuvo lugar la resurrección de Lázaro. Si así fuera, Betania no está muy lejos de Jerusalén. Lugar donde le aguardan trágicos acontecimientos y quizá en su corazón sintiera el peso de la incomprensión, de los ataques, del rechazo de algunos y humanamente ¡que consolador, entrar en la casa de sus amigos! Nos resulta fácil comprender sus sentimientos y ofrecernos como anfitriones de la casa.
Dentro del mundo judío es sorprendente que Jesús entrara en la casa de dos mujeres. Una vez más, y esta vez como seguidora, cabe expresar un sentimiento profundo de gratitud por la actitud de Jesús hacia las mujeres y que Lucas preferentemente destaca en su evangelio.
Nos situamos dentro de la casa y nos dejamos cuestionar por las actitudes de las dos hermanas a la hora de afrontar el encuentro con Jesús. Hay quien subraya que, en este relato, Lucas quiere determinar las actitudes básicas de aquellos que quieren seguir a Jesús y, sin duda, nosotros estamos entre ellos: escucha y acogida.
Marta, símbolo de la hospitalidad, de la acogida. Se desvive por atenderle, pero no llega a todo y esto le produce agitación, nerviosismo, juicio precipitado ante la actitud de su hermana. Y se hace merecedora de un reproche cariñoso de Jesús “Marta, Marta…” Hay que saber discernir, qué es lo importante en cada momento y hasta dónde. Y seguro que nos viene bien escuchar de vez en cuando” Hombres y mujeres de nuestro tiempo, andáis preocupados por tantas cosas…” Pudiera suceder que preocupados por tantas cosas, se nos olvide lo fundamental. Pensemos.
A los pies del maestro
María hizo de Jesús su primera prioridad. “Sentada a los pies de Jesús escuchaba su palabra” En actitud reservada a los hombres, sólo a ellos estaba permitido sentarse a los pies de un maestro de la ley para escuchar sus enseñanzas. María está allí como discípula.
María escuchaba. Hoy en una sociedad súper o hiperactiva y ruidosa, donde la escucha es selectiva y muchas veces a través de los auriculares, donde, por otra parte, hay demasiada gente en “paro obligado” pero sin demasiada motivación para la escucha de “otras voces” que no sean la urgencia de vivir el día a día, Escuchar sin prisa, escuchar al otro que nos cuenta, que quiere por unos momentos olvidar su soledad, escuchar desde el fondo de nuestro corazón hoy nos resulta difícil, aunque afortunadamente cada vez hay más voces que reclaman la importancia de esta actitud, la escucha.
Pero la escucha de María es más profunda. Escucha las palabras que salen de la boca de Jesús. Es momento de dejarnos interpelar por la actitud de María. Es momento de hacer un repaso de nuestro día, de nuestras actitudes como creyentes y buscar espacios donde sea posible mantener una escucha atenta a la Palabra del Señor.
Es decir, encontrar esos momentos de oración en los que me va a resonar con fuerza Su Palabra, la Palabra que ilumina mi vida y me envía a proclamar la Buena Noticia del Evangelio, porque la fe se encarna en la vida.
Concluyendo, no hay contraposición entre estas dos actitudes de las dos hermanas, hay complementariedad para la vida de un cristiano, Marta y María, acogida, hospitalidad, escucha, oración se han de dar simultáneamente en nuestra vida. Es momento para reflexionar sobre esto, tomarnos el pulso y actuar de manera comprometida con nuestra fe en la vida de cada día. En la tradición dominicana y dentro del carisma dominicano, se propone ese difícil equilibrio entre contemplación y acción. De Nuestro Padre Santo Domingo se dice que hablaba de Dios a los hombres y de los hombres a Dios.
Hoy celebramos en la Iglesia universal la fiesta de un gran Santo y muy popular. Supo escuchar a Dios, escuchar la naturaleza, escuchar a los hermanos más pobres. Termino con una pequeña oración de San Francisco de Asís.
El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga
piedad de ti.
Te dirija su mirada y te de la paz
El Señor te bendiga
LECTURA DEL DÍA
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas
Gal 1, 13-24
Hermanos: Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de destruirla. Deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre los jóvenes de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo por las tradiciones paternas.
Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia me llamó. Un día quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco. Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a Pedro y estuve con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo.
Después me fui a las regiones de Siria y de Cilicia, de manera que las comunidades cristianas de Judea no me conocían personalmente. Lo único que habían oído decir de mí era: “El que antes nos perseguía, ahora va predicando la fe que en otro tiempo quería destruir”, y glorificaban a Dios por mi causa.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.
El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”.
Oración
Gracias, Señor, por haberme elegido desde el vientre de mi madre, para conocerte a ti que eres bondad infinita. Te pido que el encuentro contigo se renueve a diario que cada vez pueda crecer en mi intimidad. Que todo mi ser pueda conocerte y gustarte.
Acción
Hoy recordaré cuál fue mi primer encuentro con Dios, y si hubo una persona involucrada en acercarme a Dios la buscaré y le agradeceré que me haya presentado a mi Salvador, también le haré saber que me siento con el compromiso profundo de ahora anunciarlo yo.
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LITURGIA - 04 DE OCTUBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXVI Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
II Semana del Salterio
Primera Lectura Job 3, 1-3. 11. 16. 12-15. 17. 20-23
Salmo 87
Evangelio Lucas 9, 51-56
“María escuchaba su palabra”
Reflexión del Evangelio de hoy (Hna. Mariví Sánchez Urrutia)
Aquel que me llamó por su gracia
Pablo, no duda en manifestar su pasado y hacer más creíble así la autenticidad de su conversión a Jesucristo. Pablo es un hombre de fuertes convicciones, y entregado con pasión a lo que él cree como verdadero.
Se dejó alcanzar por Cristo, no se sentó a los pies del Maestro como María, pero sí que escuchó con claridad sus palabras y se entregó con gran celo y generosidad a la misión que se le confió.
El relata en su carta “sin pedir consejo ni a la carne ni a la sangre, sin subir a Jerusalén donde los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia…” Es en el único sitio donde consta su paso por Arabia, según algunos exégetas, se supone que estuvo retirado y procesando aquello que le había sucedido. Escuchar de nuevo a Dios con un corazón abierto a Su Palabra, por eso podrá decir más tarde “su Gracia no se ha frustrado en mi”
Le recibió en su casa
Qué bonita escena la que nos relata Lucas y nos resulta familiar. Jesús va de camino, posiblemente con sus discípulos, se dirigen a Jerusalén, pero se detiene en una aldea. Esta aldea, aunque aquí no dice su nombre, pudiera ser Betania, donde, según narra el evangelista Juan, se dirigió Jesús a la casa de Marta, María y Lázaro y tuvo lugar la resurrección de Lázaro. Si así fuera, Betania no está muy lejos de Jerusalén. Lugar donde le aguardan trágicos acontecimientos y quizá en su corazón sintiera el peso de la incomprensión, de los ataques, del rechazo de algunos y humanamente ¡que consolador, entrar en la casa de sus amigos! Nos resulta fácil comprender sus sentimientos y ofrecernos como anfitriones de la casa.
Dentro del mundo judío es sorprendente que Jesús entrara en la casa de dos mujeres. Una vez más, y esta vez como seguidora, cabe expresar un sentimiento profundo de gratitud por la actitud de Jesús hacia las mujeres y que Lucas preferentemente destaca en su evangelio.
Nos situamos dentro de la casa y nos dejamos cuestionar por las actitudes de las dos hermanas a la hora de afrontar el encuentro con Jesús. Hay quien subraya que, en este relato, Lucas quiere determinar las actitudes básicas de aquellos que quieren seguir a Jesús y, sin duda, nosotros estamos entre ellos: escucha y acogida.
Marta, símbolo de la hospitalidad, de la acogida. Se desvive por atenderle, pero no llega a todo y esto le produce agitación, nerviosismo, juicio precipitado ante la actitud de su hermana. Y se hace merecedora de un reproche cariñoso de Jesús “Marta, Marta…” Hay que saber discernir, qué es lo importante en cada momento y hasta dónde. Y seguro que nos viene bien escuchar de vez en cuando” Hombres y mujeres de nuestro tiempo, andáis preocupados por tantas cosas…” Pudiera suceder que preocupados por tantas cosas, se nos olvide lo fundamental. Pensemos.
A los pies del maestro
María hizo de Jesús su primera prioridad. “Sentada a los pies de Jesús escuchaba su palabra” En actitud reservada a los hombres, sólo a ellos estaba permitido sentarse a los pies de un maestro de la ley para escuchar sus enseñanzas. María está allí como discípula.
María escuchaba. Hoy en una sociedad súper o hiperactiva y ruidosa, donde la escucha es selectiva y muchas veces a través de los auriculares, donde, por otra parte, hay demasiada gente en “paro obligado” pero sin demasiada motivación para la escucha de “otras voces” que no sean la urgencia de vivir el día a día, Escuchar sin prisa, escuchar al otro que nos cuenta, que quiere por unos momentos olvidar su soledad, escuchar desde el fondo de nuestro corazón hoy nos resulta difícil, aunque afortunadamente cada vez hay más voces que reclaman la importancia de esta actitud, la escucha.
Pero la escucha de María es más profunda. Escucha las palabras que salen de la boca de Jesús. Es momento de dejarnos interpelar por la actitud de María. Es momento de hacer un repaso de nuestro día, de nuestras actitudes como creyentes y buscar espacios donde sea posible mantener una escucha atenta a la Palabra del Señor.
Es decir, encontrar esos momentos de oración en los que me va a resonar con fuerza Su Palabra, la Palabra que ilumina mi vida y me envía a proclamar la Buena Noticia del Evangelio, porque la fe se encarna en la vida.
Concluyendo, no hay contraposición entre estas dos actitudes de las dos hermanas, hay complementariedad para la vida de un cristiano, Marta y María, acogida, hospitalidad, escucha, oración se han de dar simultáneamente en nuestra vida. Es momento para reflexionar sobre esto, tomarnos el pulso y actuar de manera comprometida con nuestra fe en la vida de cada día. En la tradición dominicana y dentro del carisma dominicano, se propone ese difícil equilibrio entre contemplación y acción. De Nuestro Padre Santo Domingo se dice que hablaba de Dios a los hombres y de los hombres a Dios.
Hoy celebramos en la Iglesia universal la fiesta de un gran Santo y muy popular. Supo escuchar a Dios, escuchar la naturaleza, escuchar a los hermanos más pobres. Termino con una pequeña oración de San Francisco de Asís.
El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga
piedad de ti.
Te dirija su mirada y te de la paz
El Señor te bendiga
LECTURA DEL DÍA
Lectura de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas
Gal 1, 13-24
Hermanos: Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de destruirla. Deben saber que me distinguía en el judaísmo, entre los jóvenes de mi pueblo y de mi edad, porque los superaba en el celo por las tradiciones paternas.
Pero Dios me había elegido desde el seno de mi madre, y por su gracia me llamó. Un día quiso revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos. Inmediatamente, sin solicitar ningún consejo humano y sin ir siquiera a Jerusalén para ver a los apóstoles anteriores a mí, me trasladé a Arabia y después regresé a Damasco. Al cabo de tres años fui a Jerusalén, para ver a Pedro y estuve con él quince días. No vi a ningún otro de los apóstoles, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Y Dios es testigo de que no miento en lo que les escribo.
Después me fui a las regiones de Siria y de Cilicia, de manera que las comunidades cristianas de Judea no me conocían personalmente. Lo único que habían oído decir de mí era: “El que antes nos perseguía, ahora va predicando la fe que en otro tiempo quería destruir”, y glorificaban a Dios por mi causa.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.
El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”.
Oración
Gracias, Señor, por haberme elegido desde el vientre de mi madre, para conocerte a ti que eres bondad infinita. Te pido que el encuentro contigo se renueve a diario que cada vez pueda crecer en mi intimidad. Que todo mi ser pueda conocerte y gustarte.
Acción
Hoy recordaré cuál fue mi primer encuentro con Dios, y si hubo una persona involucrada en acercarme a Dios la buscaré y le agradeceré que me haya presentado a mi Salvador, también le haré saber que me siento con el compromiso profundo de ahora anunciarlo yo.
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