Hoy en Tiempo de Clásicos te presentamos la obra de un autor muy celebrado, el romántico Johannes Brahms. Vamos a explorar una de las obras para violonchelo más interpretadas y conocidas: su sonata para violonchelo núm.1, una de las obras maestras del repertorio de este instrumento de cuerda.

La pieza está concebida para que el violonchelo brille, muy por encima del piano, que aquí queda relegado al papel de acompañante. Más que un diálogo entre ambos instrumentos, el piano se establece como una base, para que el violonchelo despliegue todo su poderío.

Esta obra fue compuesta entre 1862 y 1865. Se dice que la obra fue dedicada al compositor de Lieder Josef Gänsbacher y que la llegaron a tocar juntos, Pero la obra que tocaron juntos fue una primera versión con un Adagio que posteriormente eliminó en 1865, agregando un Finale, que no tenía la versión inicial.

Diversos autores coinciden en señalar que la obra está fuertemente marcada por Bach y su pieza “El arte de la fuga”. Especialmente el final que se relaciona con el Contrapunto XIII de esta famosa pieza de Bach.

Esta Sonata para violonchelo núm.1 op.38 en mi menor se estructura en tres movimientos:
Allegro non troppo - Allegretto quasi Menuetto - Allegro

La versión que escucharemos está interpretada por dos jóvenes músicos muy talentosos, el chelista armenio Hayk Sukyasian y la pianista estadounidense Pallavi Mahidhara. Fue grabada el pasado 7 de julio en el Centro Botín de Santander.