El 19 de agosto de 2011, el patrullero de la policía metropolitana de la ciudad de Bogotá, Wilmer Alarcón, disparó por la espalda al joven Diego Felipe Becerra Lizarazo de 16 años, conocido entre sus amigos como “Trípido”, quien se encontraba pintando un graffiti bajo el puente vehicular de la calle 116 con avenida Boyacá, al norte de la ciudad. Diego Felipe fue trasladado a la clínica Shaio, donde murió pocas horas después.

Diez años después del crimen, ha cambiado la visión ciudadana sobre el graffiti, pero esto no ha significado que se haya hecho justicia con Diego Felipe y que la policía haya transformado sus prácticas, contrario a esto, la institución cuenta en la actualidad con los mayores niveles de desprestigio en el país, especialmente por los abusos cometidos en el marco del Paro Nacional entre los meses de abril y junio de 2021.

#LaTercaRadio rinde un homenaje a la memoria de Tripido reproduciendo el artículo de la periodista Gloria Castrillón publicó en el diario El Espectador titulado “las últimas horas de Diego” en el cual reconstruyen los hechos a partir de los testimonios de Liliana Lizarazo y Gustavo Trejos, su madre y su padre y de los relatos de los dos amigos que lo acompañaron esa noche en el barrio Pontevedra.