Qué quiere Dios de nosotros? Primero, debemos humillarnos.
Debemos admitir que Dios es Dios y nosotros no. Debemos someternos a Dios y venir a Él en quebrantamiento y arrepentimiento.
Segundo, debemos orar y buscar el rostro de Dios. Ningún avivamiento o despertar viene sin oración. Oración extensa. Oración ferviente. Oración corporativa. Oración continua.
Vale la pena notar que la oración aquí se enfoca en buscar el rostro de Dios y no la mano de Dios. Estamos buscando a Dios por Sí mismo y no por lo que Él nos da. Estamos enfocados en la gloria de Dios, no en nuestra necesidad.
Tercero, debemos apartarnos de nuestros malos caminos. Dios quiere obediencia, no ceremonia religiosa. No podemos simplemente decir las palabras de arrepentimiento y orar las oraciones como penitencia. Debemos hacer obras de arrepentimiento y obedecer a Dios en cada parte de la vida.