El cantante, compositor y fundador de la banda paisa cuenta grandes historias que le ha dejado este, su proyecto de vida, durante más de 35 años de carrera.
El invitado al Podcast número 35 Colectivo Sonoro en Akorde FD es I.R.A., un grupo colombiano de punk que lleva más de 30 años escupiendo verdades a través de canciones, libros, documentales y conciertos. Su líder y fundador David Viola revela historias de este, su proyecto de vida.
Más de 35 años de carrera cantándole a la realidad de un país y a sus vivencias como punkero dan cuenta de la seriedad de este proyecto que, al lado de su pareja Mónica Moreno, ha sabido cultivar y cosechar cada fruto a punta de lucha y aguante.
Durante el podcast, David hace un balance de cómo va su casa, museo y oficina Santa Punkera y los planes a futuro de volverlo un centro cultural abierto al público. También habla de los cultivos de su pareja Mónica en Santa Helena, lugar en el que viven hace más de 20 años.
Viola cuenta cuáles son los próximos cinco libros que tiene en mente para escribir y revela detalles de las historias que los conformarán. De igual manera, abre su corazón, le da la vuelta al casete y recuerda la manera en la que conquistó a su punk amor hace ya 30 años.
El cantante aprovecha el podcast para revelar historias desconocidas de su vida y obra como por ejemplo cuando estuvo en el último pogo de su vida, el concierto que jamás olvida, las giras con I.R.A y su épica presentación en la emblemática sala de conciertos CBGB.
David abre un capítulo especial dedicado a las redes sociales y cuenta el poder de transformación que estas tienen y lo positivas y negativas que pueden llegar a ser dependiendo de su uso. Además, hace un balance de cómo fue su gestión como director del Festival Altavoz.
El artista paisa emite un concepto acerca de algunas de las más representativas bandas de punk, hardcore y metal del país como Fértil Miseria, Alcolirykoz, El Sagrado, La Pestilencia, Grito, Mojiganga, Masacre y Polikarpa y Sus Viciosas.
Finalmente, da una serie de tips para sobrevivir como artista independiente sin morir en el intento.