También en México tenemos nuestras mujeres asesinas seriales. He aquí el caso de Chalchiunénetl, la princesa mexica que quedó comprometida con Nezahualilli, señor de Texcoco. Tesde la tierna edad de los 13 años comenzó a seducir a jóvenes guerreros, para simplemente matarlos y crear con ellos estatuas decorativas.

Se cree que fueron más de doscientas las víctimas, para concluir con el descubrimiento de su infidelidad y asesinatos. Al final, su ejecución fue ejemplar para todos los habitantes del imperio, mediante la técnica del garrote vil.