Primera meditación de la serie: La Transfiguración: el amor de Dios Padre por su Hijo y por nosotros.

En lo alto del monte el Señor realiza acciones importantes: elección de los Apóstoles, las bienaventuranzas, la Cruz, la Ascensión… y se transfigura. En las cimas nos muestra mejor su intimidad con el Padre. La voz del Padre: «Escuchadle…».

Para ser contemplativos, oír a Cristo que nos habla a través de los sucesos de cada día, descubrir que nos acompaña en todo lo que hacemos. La paz interior es fruto de la presencia de Dios y crece cuando crece la contemplación. Rezar de lo que vivimos y vivir de lo que rezamos: El tema de mi oración es el tema de mi vida.