Las grandes ideas han cambiado el mundo. Tener la idea precisa en el momento adecuado hace toda la diferencia. Por eso siempre estamos buscando esa gran idea. Utilizamos muchos recursos en su búsqueda. Invertimos tiempo y esfuerzo para lograr ese momento de entendimiento e inspiración.
En muchos casos no queremos hacerlo solos. Y buscamos la ayuda de otras personas. solicitamos prestados cerebros que trabajen en el problema que nos preocupa. Y a eso lo solemos llamar lluvias de ideas. Son momentos tan importantes que todo debería salir bien. Cerebros pensando juntos en resolver de manera creativa un problema importante. Es la fórmula perfecta.
Sin embargo muchas veces resulta ser sólo una pérdida de tiempo. Una demostración de ego, un concierto de confusión, una repetición de las mismas soluciones conocidas.
Hay alguna manera de asegurar que una lluvia de ideas logra el objetivo previsto?
En esta segunda entrega sobre las lluvias de ideas, Edgar Guillermo Solano presenta 10 consejos que harán la diferencia en esos momentos en los que necesitamos la inspiración y la genialidad en equipo.