En este episodio de Fe al Aire Libre, te comparto una historia personal de transformación y ccómo comencé a interesarme por la palabra de Dios. Haciendo quizá algo que no me agradaba, pero que poco a poco me mostró beneficios enormes. Te explico la idea de que la disciplina, aunque amarga y difícil de tragar, es esencial para nuestro crecimiento. Así como el ajenjo, una hierba amarga, tiene propiedades curativas, la disciplina también nos cura, nos fortalece y nos prepara para las bendiciones futuras. 

Hebreos 12:11 nos recuerda que aunque al principio parece dolorosa, la disciplina produce fruto de justicia y paz en aquellos que la aceptan. Hoy hablaremos de esos momentos en los que la vida nos pide aguantar el sabor amargo de la corrección y el esfuerzo, pero lo hacemos con la mirada puesta en el fruto dulce que vendrá después. 

¿Estás listo para aceptar ese desafío?Acompáñame en este episodio, donde veremos cómo transformar el amargo sabor de la disciplina en el dulce fruto del crecimiento.

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